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Número 103
19 de marzo de 2015
DISERTA CARLOS ULISES MOULINES SOBRE LAS REPERCUSIONES DE POLITIZAR EL QUEHACER CIENTÍFICO

*El primer grupo de científicos en comprender la importancia de desarrollar su trabajo dentro de un marco de ética fue el de los físicos nucleares, tras el estallamiento de la bomba atómica en Hiroshima

 

*La ciencia solamente se encarga de controlar rigurosamente los hechos que ocurren en la naturaleza y no controla la dinámica social

Los científicos actuales deben ser conscientes de que la ciencia pura ya no es políticamente neutral, el primer grupo de científicos en comprender la importancia de desarrollar su trabajo dentro de un marco de ética fue el de los físicos nucleares, tras el estallamiento de la bomba atómica en Hiroshima, señaló el doctor Carlos Ulises Moulines.

 

Al ofrecer la conferencia magistral Ciencia versus política: radiografía de una relación tensa, en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el especialista en filosofía de la ciencia, quien estuvo acompañado por el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector de esa sede académica, habló de su más reciente investigación, la cual diserta sobre la relación que actualmente mantienen las ciencias duras con la acción política.

 

En este sentido, apuntó que “hemos constatado que bajo ciertas circunstancias grupos científicos están dispuestos a comprometerse con la sociedad, por ejemplo, a partir de los años setenta ha surgido paulatinamente una oleada de injerencia política motivada por la industrialización descontrolada, proceso que amenaza la estabilidad ecológica”.

 

Sin embargo, lo anterior no es un aspecto exclusivo de físicos nucleares o ecólogos, de acuerdo con el doctor Carlos Ulises Moulines en el futuro se esperan más involucramientos de científicos en el quehacer político, razón por la cual rescata el debate generado sobre el tema en el que se plantean argumentos en favor y en contra de la apoliticidad de la ciencia.

 

Por un lado, algunos autores aseveran que la ciencia podría desarrollarse con mayor libertad si se mantiene al margen de los gobiernos, un valor en sí mismo por todas las posibilidades que ofrece al no subordinarse a objetivos políticos, además resaltan que por su preparación los científicos están incapacitados para desenvolverse en un medio que depende de la toma de decisiones y estructuras complejas de poder.

 

Asimismo, expuso, la impredecibilidad de los resultados científicos no permitiría la toma de decisiones de carácter político, ya que si los científicos tomaran el poder, ello acarrearía una sociedad totalitaria y deshumanizada, dirigida por una dictadura de expertos, donde la química y la biología determinarían el destino del individuo.

 

El doctor Ulises Moulines explicó que se tratan de visiones extremistas pues si bien hay una impredecibilidad de los resultados científicos, sí es posible prever el tipo de resultados que se obtendrán, así como sus posibles aplicaciones. Acerca de la creación de una dictadura, enfatizó que la ciencia solamente se encarga de controlar rigurosamente los hechos que ocurren en la naturaleza y no controla la dinámica social.

 

Contra la incompatibilidad mental y de aptitudes de ciencia y política, dijo, hay ejemplos de científicos que fueron buenos políticos, tal es el caso de Paul Bert en la Tercera República Francesa o el papel de Benjamín Franklin en la guerra de independencia de los Estados Unidos, ambos políticos con preparación científica, lo cual demuestra que la política requiere de los tecnólogos.

 

El doctor Carlos Moulines expresó que percibe una toma de posición política que es aceptada de manera generalizada, en tanto sea derivada de una acción reactiva o correctiva ante una problemática específica, pero no es bien vista si la posición es propositiva, es decir, se crea un perfil de científico como metapolítico.

 

El doctor Peñalosa Castro destacó la labor que en materia de filosofía de la ciencia se ha emprendido en nuestra institución, “se ha comentado que la filosofía de la ciencia que actualmente se desarrolla en nuestro país refleja en buena medida el impulso del doctor Moulines como profesor-investigador en la Unidad Iztapalapa de la UAM”, externó.

 

“Ha formado académicos quienes destacan por su claridad expositiva, una amplia capacidad para escuchar y dialogar, algo poco usual en la filosofía de la ciencia, lo cual realizó con peculiar sentido del humor e ironía, un personaje que conjuga a la perfección su vocación docente con la investigación rigurosa”, recalcó el rector de la Unidad Cuajimalpa, razón por la cual se ha convertido en el primer Doctor Honoris Causa propuesto por el Consejo Académico de esta sede al Colegio Académico de la UAM, ceremonia que se celebrará el próximo lunes 23 de marzo.