Dolores Castro: crecer entre ruinas ofrece una mirada retrospectiva de la autora, cuya poesía compleja y transparente es descrita –en entrevistas y reseñas– por Mariana Bernárdez, amiga cercana por más de dos décadas de la escritora a quien rinde homenaje de este modo.

“Pude en un momento dado tener ese abordaje porque es una de las personas más generosas que he conocido en mi vida. Es alguien que de verdad habita las palabras, mora en ellas. Quizá lo que más admiro de ella es su alegría de vivir”, expresó la también poeta mexicana.

El libro –una crítica forjada con paciencia– incluye una revisión de la correspondencia de Castro y un ensayo de Gustavo Peñalosa, hijo de la escritora.

En la presentación de la obra en la XXXVII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Bernárdez explicó que la misma “nos acerca a una escritora incomparable y una de las figuras más importantes del siglo XX y actual a nivel poético”.

En la mesa –moderada por el maestro Bernardo Ruiz López, director de Publicaciones y Promoción Editorial de la UAM– Félix Suárez, miembro del Fondo Editorial del Estado de México (FOEM), sostuvo que Bernárdez ha escrito a dos voces sobre la poesía y la vida, “porque veo que la presencia de la autora de El corazón transfigurado recorre todo el libro. Una virtud de Bernárdez”.

Motivaciones y vivencias de juventud que inspiraron la novela La ciudad y el viento son valores que transmite el texto, ya que confirma la visión de Castro sobre la vida y la poesía.

“Una poesía que no nos falle cuando llegue la hora de la verdad, en la que vivan la fe y los anhelos, las pasiones de todos los días.

“En su cuarta entrevista comparte la indignación por el caso Ayotzinapa. Y su preocupación por la situación de violencia y abandono que atraviesa México. Nosdeja ver que su forma de vida ha determinado su escritura, por ello recuperar su existencia, pensamiento y trayectoria resulta relevante”, manifestó.

El experto en literatura latinoamericana Manuel Medina resaltó que revisar el libro es recordar un Zacatecas destruido, algo que impactó fuertemente en su formación. “La obra se nutre de un estilo y polifonía de voces para que el lector se acerque a Castro, que entretejida con Bernárdez, explica sus razones de pasar de la poesía a la novela corta”.

Zacatecas era percibida por Castro como una ciudad fantasmal. Esto lo impregnó en su poesía lírica al evocar una ciudad derruida por el viento, lo cual a lo largo de la lectura de este libro se convierte en un diálogo intertextual, al tiempo que se presenta una crítica literaria a su obra.

Gerardo Ochoa Sandy, periodista cultural y diplomático, indicó que el libro enriquece lo que se conoce como el grupo de Ocho Poetas Mexicanos y refrenda la voz de Castro en la literatura contemporánea.

“Lleva a Castro para que haga la revisión de su obra publicada, libro por libro, y hace un repaso biográfico al hacer hablar a la entrevistada para que nos cuente cómo los elaboró, en un juego de espejos con citas de su primera novela”.

Ochoa Sandy comentó que “las entrevistas son muy conmovedoras y “reflejan esa suerte de conmoción que se colectivizó al hablar de Ayotzinapa y del poema que advierte no puede escribir, pero al explicar los porqués acaba escribiéndolo”, finalizó.