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Número 069
22 de febrero de 2016

LA REFORMA ENERGÉTICA LLEGÓ A MÉXICO EN UN MAL MOMENTO:

ACADÉMICO DE LA UAM

*Hubo un error de planeación porque no se previó el descenso de los precios internacionales del crudo ni los problemas geopolíticos

 

*Todas las empresas productoras de petróleo están en situación crítica; Pemex con mayor razón, dado su mal manejo



La reforma energética llegó a México en un mal momento, pues en su planeación no se pensó que los precios internacionales del crudo iban a caer ni que la situación geopolítica cambiaría.

 

La nueva dirección general de Petróleos Mexicanos (Pemex), encabezada por José Antonio González Anaya, tiene ahora el reto de administrar una empresa en situación crítica y con un gasto enormemente disminuido, aseveró el doctor Roberto Gutiérrez Rodríguez.

 

Desde enero de 2011 se observaba una tendencia a la baja de los precios de los commodities, situación que en América Latina resintieron los países del Cono Sur con la disminución de precios en los granos, mientras se desaceleraba la economía china y las desavenencias entre Estados Unidos y Rusia, y los conflictos en Medio Oriente continuaban, de modo que en algún momento el precio del petróleo igualmente se vería golpeado.

 

El profesor-investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) opinó en entrevista que la designación de un nuevo director general para Pemex responde a la necesidad de hacer frente al reto de la reforma energética, ya que implica un cambio de paradigma, lo mismo en materia de exploración, producción, transformación, logística y almacenamiento que de competencia con otras empresas y ahorro de recursos.

 

La paraestatal dejará de controlar total o parcialmente varias áreas, entre ellas el gas natural, la refinación, el almacenamiento, el transporte y lo que antes se llamó petroquímica primaria, en tanto que la exploración y la producción deberá compartirlas con empresas nacionales e internacionales.

 

La ronda cero de la reforma energética, consistente en la asignación a la paraestatal de 85 por ciento de las reservas probadas y probables del país, enfrenta un complicado comportamiento de los precios mundiales del crudo, que descendieron hasta en 60 por ciento entre junio de 2014 y enero de 2015.

 

Esto, explicó el especialista, obliga a la empresa productiva del Estado a compartir dichas reservas o transferirlas a la iniciativa privada y, para evitar mayores estragos a sus finanzas, incluso está considerando vender sus activos, a contrapelo del dicho oficial de que “con la reforma no se vendería ni un clavo”.

 

El académico del Departamento de Economía explicó que dado el entorno global, la empresa vio acrecentadas sus pérdidas en divisas a partir de 2015: “le tocó un momento muy difícil a González Anaya porque esta problemática también se combina con las dificultades que experimenta la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al disminuir los ingresos fiscales provenientes del petróleo y que no es posible compensar con las fuentes de recaudación alternativas asociadas a la reforma hacendaria”.


De ahí que a partir de que inició el descenso de los precios, el gobierno mexicano haya llevado a cabo tres recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación.

 

“El actual director es un financiero que tiene experiencia en el rubro y tuvo un buen manejo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, pero que llega a Pemex en un momento muy difícil con una deuda externa extremadamente grande: 77 mil millones de dólares, 50 por ciento de la deuda total del sector público, pérdidas anuales de cerca de 20 mil millones de dólares” y una relación pasivos-activos mayor a cero, incluyendo la deuda laboral, lo que querría decir que el valor en libros de la empresa es negativo, subrayó.

 

Además se suma la gestión de una estructura compleja sustentada por 150 mil trabajadores con un producto por persona muy bajo, en virtud de la caída internacional de los precios del petróleo; esta situación se agrava porque a partir de enero de 2015 y hasta febrero de 2016 los precios cayeron otro 16 por ciento, con lo que la baja acumulada es de 77 por ciento, es decir, de 96 a 22 dólares por barril.

 

El verdadero problema del mercado petrolero internacional se vincula a una alta oferta, que supera la demanda en 1.5 millones de barriles diarios y “ahora que Irán se reincorpora con mayor fuerza, debido al levantamiento de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, exportará 700 mil barriles adicionales, lo cual aumentaría la sobreoferta en más de dos millones de unidades al día”.

 

A esto se suma el problema en el manejo de los recortes de la empresa que se reflejó en el sostenimiento de 10 mil trabajadores que debieron haber salido durante 2015. Empero, de acuerdo con el doctor Gutiérrez Rodríguez, la SHCP tuvo también serias fallas: no sólo se equivocó con los precios presupuestados, sino que informó mal a la sociedad respecto del impacto de las coberturas petroleras en el presupuesto.


El recorte al gasto dado a conocer por la SHCP ha tenido que acompañarse con un aumento en el costo del crédito –50 puntos base de la tasa de referencia– por parte del Banco de México, es decir, que la economía mexicana no sólo padecerá una contracción del gasto público, en su mayoría asociada a la inversión de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, sino una menor inversión privada.


Por tanto, se confirma que en este sexenio la economía no será capaz de rebasar la tasa promedio de crecimiento histórico de 2.4 por ciento.

 

Todas las empresas internacionales productoras de petróleo están al borde de una situación crítica; Pemex ya lo está y así hay que administrarla, expresó el doctor Gutiérrez Rodríguez.


Las finanzas de Pemex y del país seguirán sufriendo, pues la empresa continuará operando con pérdidas y la balanza petrolera no logrará el equilibrio que había recuperado desde finales de la década de 1970, cuando entró en operación Cantarell y se reforzó la industria refinadora, la cual ha mantenido a flote a las grandes petroleras mundiales en estos dos años aciagos, finalizó.