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Número 067
19 de febrero de 2016

LA PROTESTA SOCIAL POR AYOTZINAPA MARCÓ PAUTAS Y ALIENTOS

*La lucha encabezada por madres y padres de los normalistas, convertida en presión política, muestra que la movilización sirve de mucho

 

*De acuerdo con los realizadores, el documental Marchas por Ayotzinapa refiere una amplia solidaridad global


 

Con la presencia de algunos de los padres de los 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos en septiembre de 2014, se presentó el documental Marchas por Ayotzinapa. De la indignación a la digna acción.

 

El trabajo –realizado por el maestro Arnulfo Arteaga García, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); Rodrigo Coronel Navarro, licenciado en Ciencia Política por la misma casa de estudios, y el politólogo Israel Velasco Ramírez– da cuenta de las movilizaciones de protesta por la desaparición de los jóvenes normalistas el 26 de septiembre de aquel año.

 

De acuerdo con los autores, el documental refiere la repercusión de las acciones locales y la solidaridad global, pues la acción social “marcó pautas y alientos”.

 

“Las marchas, protestas y consignas convertidas en presión política mostraron que la movilización sirve de mucho.

 

“La lucha encabezada por madres y padres de los normalistas, además del justo reclamo, ha exhibido al mundo la magnitud de la violencia y la impunidad promovida desde el Estado”; también concitó “la más amplia solidaridad en el orbe.

 

Los amplios sectores sociales sumados a la exigencia de los padres de los estudiantes volvieron a poner en la agenda nacional la necesidad de un cambio profundo en la sociedad mexicana, empezando desde el modelo económico, se señala en el documental.

 

A la pregunta: ¿qué sigue después de más de un año de movilizaciones en la ciudad de México, Guerrero y otras entidades del país e incluso en el extranjero?, los realizadores respondieron que si bien la afluencia de manifestantes ha disminuido, no debe verse como una señal de derrota, porque la acción colectiva –que con gran dignidad han encabezado los padres de los jóvenes– es ya un referente de lo que necesita el país en cuanto a perseverancia y tenacidad para rechazar que el Estado imponga “una verdad histórica a todas luces ilógica”.

 

Coronel Navarro sugirió dejar de lado el lamento por que aquellas grandes masas que participaron al principio dejaron de hacerlo y enfocarse en que la lucha de los padres de los muchachos cambió el país. “Desmontar una verdad histórica debe ser uno de los mayores logros en toda América Latina”, enfatizó.


El maestro Arteaga García calificó de políticamente correcto recuperar la indignación y la capacidad de movilización desatada a partir de visibilizar el rostro de los estudiantes desparecidos y, sobre todo, de los miles que en el país han padecido situaciones de violencia extrema o aquella que se sufre cotidianamente en los centros de trabajo o las calles y que sin duda refleja una condición de deterioro derivada de un modelo económico que ha polarizado de manera profunda a la sociedad.

 

El documental de 25 minutos Marchas por Ayotzinapa. De la indignación a la digna acción fue exhibido en el foro Vicente Lombardo Toledano del Centro Artesanal Cultural Cooperativo por iniciativa del colectivo Brújula metropolitana.