Imprimir
Número 045
05 de febrero de 2016

CARLOS MÉRIDA, UN LATINOAMERICANO PROFUNDO

*Tiene una profunda raíz maya, pero es un creador universal que supo ver sus raíces, su cultura

 

*Como muralista se preocupó también por los aspectos sociales de la plástica mexicana


 

 

El escultor Sebastian definió al maestro Carlos Mérida como un latinoamericano profundo, dueño de un lenguaje único y perteneciente a una casta regional que hizo un paralelo con el constructivismo europeo.

 

El artista plástico participó en la Mesa: Vida y obra de Carlos Mérida, convocada como parte de la muestra del pintor guatemalteco presentada en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Mérida, un mestizo irredento, “bebe de la cultura universal, pero también trae la esencia profunda de la cultura de sus raíces y no puedo decir que es de México o de Guatemala, porque él es de la región maya, él es un maya profundo”.

 

El escultor recordó a Joaquín Torres García, “otro gran creador que hizo de la esencia indígena un lenguaje denominado universalismo constructivo y que sin proponérselo creó una unidad en América Latina con esa visión de vocación constructiva”.

 

Mérida pertenece a esa estirpe: tiene una profunda raíz maya, pero es un creador universal que supo ver sus raíces, su cultura.

 

Sin embargo, no está valorado en la dimensión que debiera. “Creo que se debe considerar, al igual que Torres García, como uno de los pilares profundos en Latinoamérica del universalismo constructivo, tendencia que generó esta vocación geométrica y visionaria que le permitió construir una gran obra”.

 

El maestro René Avilés Fabila, coordinador de Extensión Universitaria de la Unidad Xochimilco, dijo que como muralista Mérida se preocupó también por los aspectos sociales de la plástica mexicana.

 

“No tan evidentemente como lo hicieron Orozco, Siqueiros, Rivera, pero sí con preocupaciones estéticas distintas”, las cuales se apreciaron en la obra exhibida en la Galería del Sur y en el vestíbulo de la Rectoría de la Unidad.


La preocupación de Mérida por hacer una obra plástica de gran envergadura que pudiera apreciar la gente al pasar por las calles queda de manifiesto, por ejemplo, en un fragmento de Abstracción integrada, donada a la Universidad Nacional Autónoma de México en 1987 y que originalmente formaba parte del edificio de la fábrica de bujías Champion.

 

El escritor resaltó que Mérida hizo su carrera con dos alas: una en Guatemala, su país natal, y otra en México, que lo adoptó. Una constante en su obra son los antepasados mayas, pues tuvo un profundo respeto por el arte prehispánico que se refleja aun en su obra más abstracta, puntualizó Avilés Fabila.

 

Las inquietudes de Mérida no sólo estuvieron en las artes plásticas, sino también en la danza, la literatura y la antropología, pues supo vincularse en forma enriquecedora con los surrealistas Picasso, Kandinsky y Miró, entre otros genios de la plástica del siglo XX de quienes fue amigo.

 

La generación de la Ruptura, a la que pertenecen Cuevas y Sebastián, y que rompió con la escuela mexicana de pintura, tiene mucho la presencia de alguien que se negó a pintar obreros, campesinos pobres, políticos malvados en un mensaje más que evidente y obvio.

 

“La protesta del maestro Mérida fue mucho más sutil y en efecto fue de los primeros autores americanos que empieza a trabajar con influencia europea de la pintura abstracta”.

 

En una semblanza del pintor guatemalteco, el ensayista y crítico literario Dionicio Morales destacó que es considerado por los grandes especialistas de la crítica moderna como un innovador, un ícono dentro de las artes plásticas del continente en el siglo XX y lo que va del XXI.

 

Es un artista original que partiendo de sus orígenes prehispánicos –no sólo maya, por su lugar de nacimiento, sino como un gran conocedor de las distintas etnias que brillaron en el firmamento de Mesoamérica– “llevó la cultura de sus abuelos hacia otros derroteros hasta llegar a imponer un estilo muy personal que puede y podrá seguirse codeando con la cultura de los más grandes artistas plásticos del mundo”.

 

En la Mesa participaron también la doctora Patricia Alfaro Moctezuma, rectora de la Unidad Xochimilco de la UAM, y Cristina Navas, nieta del maestro Mérida.