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Número 026
25 de enero de 2016

PROPONEN EXPERTOS ACCIONES PARA ENCAUZAR LA MOVILIZACIÓN SOCIAL EN RELACIÓN CON EL CASO AYOTZINAPA

*Investigadores de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana publicaron el libro Alzando la voz por Ayotzinapa

 

*Las condiciones en que funciona la economía no garantizan vida digna ni seguridad para la mayor parte de la población

 

 

 

 

 

Los sucesos detonados por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, son analizados desde las Ciencias Sociales por especialistas de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Los especialistas proponen medidas para comprender ese suceso en el libro Alzando la voz por Ayotzinapa, publicado por la citada sede académica.

 

El doctor Esteban Krotz Haberle, investigador del Posgrado en Ciencias Antropológicas, sostiene que en situaciones como las registradas en Tlatlaya y Ayotzinapa los profesionales de las ciencias sociales tienden a estar más familiarizados con las fuentes primarias que la mayoría de los ciudadanos.

 

En el texto ¿Qué hacer como científicos sociales? asevera que los científicos sociales tienen mayor capacidad de distinguir datos falsos o irrelevantes, así como las interpretaciones sesgadas de explicaciones intersubjetivamente comprobables.

 

Para ubicar las informaciones periodísticas volátiles en sus contextos empíricos y teóricos se necesita tiempo, visión de conjunto y recursos cognitivos específicos. Para revisar lo sucedido en 2014 en Ayotzinapa se requiere información demográfica, etnológica, económica, ecológico-humana, histórica, social y política sobre organizaciones comunitarias y religiosas, movimientos migratorios y patrones culturales, entre mucha otra ya validada y sistematizada.

 

En el artículo Contexto económico y político el doctor José Morales Calderón, investigador del Departamento de Economía, indica que para explicar el caso se pueden señalar, entre otras causas, la difícil condición económica para la mayoría de las familias en México, la urgencia de una participación ciudadana activa que intervenga en el acontecer político y la necesidad de recomposición del estado de derecho para abatir los fenómenos de corrupción e impunidad que dieron origen a lo ocurrido a los estudiantes.

 

En las últimas tres décadas hubo un pobre crecimiento del Producto Interno Bruto y las crisis económicas han sido recurrentes; la situación económica, social y política del país es crítica, lo que ha propiciado la agudización de la violencia, la corrupción y la falta de un orden político.

 

El doctor Gregorio Vidal, académico del Departamento de Economía, sostiene en el texto Economía y derechos humanos que existe un número importante de personas en condiciones inadecuadas de empleo, conformando un grupo definido por el INEGI como ocupados en condiciones críticas.

 

Aunque no se puede sumar a ese segmento a las personas que integran el sector informal, ambos grupos constituyen dos terceras partes de la población que labora en México y que no cuenta con un ingreso suficiente ni protección social para tener una vida digna.

 

Las cifras sobre la composición de la ocupación son un elemento destacado de una economía, caracterizada por la heterogeneidad estructural y la desigualdad social que no genera condiciones de desarrollo, señala el investigador.

 

Los datos sobre la conformación del mundo causan desazón y revelan el avance de la desigualdad social. Las condiciones en que funciona la economía no garantizan condiciones adecuadas para la mayoría de la población.

 

Ayotzinapa constituye un suceso grave de violación de los derechos humanos, pero lo peor es que no se trata de un incidente aislado, señala en el libro, coordinado por las profesoras Juana Juárez Romero y Alma Patricia Aduna Mondragón, directora y secretaria académica de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, respectivamente.