La escoria, desecho tóxico producto del proceso industrial de fundir metales, es la actriz principal en la exposición Museo Guggenheim en Aguascalientes de Rolando López y los curadores Inbal Miller y Edgar Alejandro Hernández.
 
La Casa del Tiempo, centro de Extensión educativa y cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fungió como escenario de todo eso sucio y oscuro que heredó Aguascalientes de La Gran Fundición Central Mexicana, cuyo dueño fue Salomón Robert Guggenheim en tiempos del porfiriato.  
 
“Las obras presentadas funcionan a su vez como protesta social”, en las que el autor busca sacar a la luz todo aquello resultante de una licitación en el cerro de grasa en Aguascalientes. Presentar cómo es que Guggenheim de manera ventajosa se enriqueció por un contrato otorgado por el entonces gobernador Alejandro Vázquez del Mercado, quien le regaló el terreno y le dio libre explotación.
 
El hacer la crítica a partir del arte tiene una doble carga, en primer lugar para la toma de conciencia de todo el daño ecológico que provocó la fundidora y segundo para cambiar la imagen mundial de Salomón Guggenheim, a quien se le consideraba un coleccionista de arte y altruista.
 
La fundación Guggenheim se promociona a nivel mundial como una institución comprometida con la innovación mediante la recopilación, preservación e interpretación del arte contemporáneo y el museo funciona como la contracara al presentar los efectos nocivos de la empresa metalúrgica.
 
La exposición también tiene como objetivo presentar a los citadinos la iniciativa del Museo Guggenheim en Aguascalientes, un recinto cultural que recupera el espacio destruido por la empresa fundidora.
 
La muestra está dividida en dos partes una que consiste en fotografías y gráficos de los diferentes talleres realizados en el Museo Gruggemheim: Fotografías de trabajos de campo y de los instrumentos, panfletos de propaganda y réplicas de imágenes del archivo histórico hechas con base en colodión húmedo, plata sobre vidrio.
 
La segunda parte es propiamente la presentación del espacio físico: una maqueta, diferentes planos de cómo es físicamente el espacio y fotografías del museo en el centro del cerro de grasa.
 
También incluye espacios interactivos, dos performances, uno acerca de la escoria contaminando diferentes espacios de la Casa del Tiempo, una mujer vestida con algunos desperdicios; el otro consta de una serie de tarjetas postales envueltas en sobres de papel carbón, con la intención de que el público se manche las manos al abrir la misiva, como un homenaje al obrero Martín Juárez, que “muere en el año de 1909 en la ciudad de Aguascalientes, por causa de graves quemaduras en todo su cuerpo, producidas por grasa hirviendo producto de la Gran Fundición Central Mexicana”.
 
La propuesta es que el público se lleve la tarjeta y el sobre para que la envíen a Solomon R. Guggenheim Foundation, con sede en Nueva York, tal y como Rolando López lo ha realizado en forma sistemática desde el año 2013.
 
La exposición Museo Guggenheim en Aguascalientes estará abierta al público hasta el viernes 20 de marzo, en la Casa del Tiempo, ubicada en Pedro Antonio de los Santos 84, colonia San Miguel Chapultepec.