Encabezado
Imprimir

Número 012

8 de enero de 2021

ALUMNO DE LA UAM GANÓ CONCURSO NACIONAL DE DISEÑO DE MUEBLES

EN LA CATEGORÍA ESTUDIANTIL 

*Luis Armando Domínguez creó un librero armable, ecléctico y atemporal que eficientiza los espacios 

Con el proyecto de un librero que “eficientiza los espacios y consta de un mobiliario ecléctico y atemporal”, Luis Armando Domínguez Uribe, alumno de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ganó el primer lugar en la categoría estudiantil del Concurso Nacional de Diseño de Muebles Dimueble 2020, en el que participaron representantes de distintas instituciones de educación superior del país.

 

El concurso Dimueble convoca a diseñadores –estudiantes o profesionales– para que presenten piezas de mobiliario para interiores o exteriores de casas habitación con el objetivo de resolver problemas de uso y espacio, ofreciendo multifuncionalidad. 

 

Otra característica de las creaciones es concordar con las tendencias del diseño mexicano, las cuales apuntan a una mayor demanda de enseres que combinen funcionalidad, adaptación a espacios y necesidades, preferencias de consumo actuales en el país e incorporación de tecnologías. 

 

“Desde un principio quise hacer un librero y empecé a bocetar una propuesta minimalista”; de ahí surgió la idea de realizar uno que tuviera ángulos en forma vertical y horizontal “para que se viera interesante desde las distintas perspectivas en que puede apreciarse”, dijo Domínguez Uribe, quien cursa el último trimestre de Diseño Industrial en la Unidad Azcapotzalco de la UAM. 

 

Su propuesta denominada Rectari es un mobiliario armable de 1.70 x 1.70 x 40 centímetros de profundidad, que desde su producción tiene la ventaja de eficientizar espacios, ya que sus dimensiones permiten ocupar un margen mínimo en el almacén y el transporte; además “su diseño ecléctico y atemporal facilita su adaptación a distintos entornos y las piezas verticales y horizontales, al tener ángulos, dan distintas perspectivas al apreciar el mueble y lo que hay en él”.

 

El armado otorga al usuario una interacción con su mueble, ya que se ensambla en forma sencilla y sin necesidad de utilizar pegamentos o tornillos; por otro lado, Rectari “logra un equilibrio con los objetos que se acomodan en él, dando aperturas a objetos que se desee tener más expuestos y otros más discretos, separando lo que se muestra de aquello que queremos mantener un poco más reservado”. 

 

En cuanto al uso de tecnología señaló que utilizó una denominada de corte en CNC que significa corte de control numérico, lo que permite acelerar el proceso de producción, ya que tardó “menos de un día en hacerse el librero”. 

 

Un rasgo que distingue el diseño de Rectari fue tomar paredes con ángulos distintos, los cuales dan soporte a una serie de entrepaños que también tiene ángulos diferentes. “Esto parte de un argumento en el que la divergencia en determinado punto da sostén y estructura a algo”, explicó el alumno de la Casa abierta al tiempo.

 

El material empleado fue el contrachapado de encino, porque resulta ligero, resistente y sustentable, y el detalle que hay en las aristas “es un aspecto agradable a la vista que, por tanto, aporta detalles interesantes al librero”. 

 

Una ventaja de su utensilio es que desde el diseño hay poco desperdicio de materia prima, su producción es rápida y puede fabricarse de contrachapado de encino, abedul y nogal, entre otras maderas. Adicionalmente, su forma ecléctica le permite adaptarse a los diferentes espacios, a lo que se añade que el librero cuenta con un acabado en cera de abeja “que es sustentable”.

 

Por lo tanto, el cliente tendrá un librero armable que llegará a su casa y en forma sencilla podrá instalarlo en no más de diez minutos, además de que se adapta al espacio y al mobiliario del hogar, ya sea una vivienda muy extravagante o una muy minimalista.

 

En relación con los costos sostuvo que el acabado incrementa el valor del mueble –que asciende a 10 mil 500 pesos– sin embargo, “estoy buscando la forma de conseguir otro que sea sustentable para bajar su precio en al menos 20 o 25 por ciento”, lo cual igual dependerá de la cantidad de producción.

 

Domínguez Uribe adelantó que en próximos proyectos piensa desarrollar una línea de mobiliario que comparta la filosofía de ser amigable con el medio ambiente, y que pueda adecuarse a cualquier contexto y de precio accesible.  

 

Considerado como el concurso nacional de diseño de muebles más reconocido e importante en México, Dimueble convoca a profesionales y estudiantes especializados en Diseño Industrial, Integral y de Interiores, así como en Arquitectura. 

 

Su principal objetivo es impulsar y desarrollar el diseño y el talento mexicano como estrategia de posicionamiento y fortalecimiento para la industria del sector en el país para convertirse en potencia mundial en exportaciones dentro de este rubro.

 

Un beneficio de participar en este tipo de concursos es que “puedes hacerlo desde que eres estudiante y esto nos da experiencia y pistas de cómo trabajar con un cliente”, finalizó. 

 

Audio.