Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) fueron convocados en el 2008 por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICyTDF) para realizar un estudio conjunto sobre la composición y generación de residuos sólidos urbanos de la Ciudad de México, por su relevancia, los resultados de la investigación fueron publicados por la UAM por primera vez en 2012 y una segunda edición fue presentada en 2014.

El libro Composición y generación de residuos sólidos urbanos de la Ciudad de México durante 2008-2009 es obra de los doctores María Teresa Orta Ledesma y Velásquez, del Instituto de Ingeniería de la UNAM; Gerardo Saucedo Castañeda del Departamento de Biotecnología de la UAM, y Luis Raúl Tovar Gálvez, del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del IPN.

Los datos generados por el modelo diseñado por los científicos sirvió para conocer la composición y cantidad de los residuos sólidos urbanos confinados en el relleno sanitario Bordo Poniente IV (BPIV), desde su apertura hasta su clausura, que se encontraba en vísperas –el BPIV se cerró en diciembre de 2011, después de 17 años de funcionamiento–; y servirá para estimar la generación de biogás y saber la potencia en megavatios requerida para generar electricidad a partir del metano presente en el biogás acumulado en el relleno sanitario.

Asimismo, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que podrían producirse durante 30 años a consecuencia del uso de metano para la producción de energía eléctrica, y por consiguiente, los créditos de carbono que mediante el mecanismo de desarrollo limpio pueden proveer a la ciudad de México de una fuente adicional de ingresos, señala en la introducción del libro Esther Orozco Orozco, ex directora del ICyTDF.

El estudio, considera la científica, es además una fuente de conocimiento para sentar las bases de una política pública seria de reciclaje en la Ciudad de México y “ponerlo al alcance de los capitalinos es de gran importancia para que cuenten con información de primera mano y lleven a la práctica en sus hogares la reducción, el reúso y el reciclado para su beneficio y el de la ciudad capital.

En opinión de la química, el número de muestras tomadas en todas las estaciones de transferencia, en distintas fechas del año 2009, que por caja de 70 metros cúbicos correspondió a los residuos sólidos generados por aproximadamente 180 mil hogares citadinos, resulta una muestra muy representativa y, por ende, los resultados del estudio son estadísticamente robustos y confiables.

Para quienes deseen saber qué tiramos en la ciudad de México, qué cantidad de basura genera cada habitante de esta urbe, a dónde va la basura que entregamos al camión recolector, qué se puede reciclar, cómo podemos reducir progresivamente nuestros residuos y sobre todo qué es recomendable hacer para mejorar el manejo de nuestros residuos sólidos, el libro Composición y generación de residuos sólidos urbanos de la Ciudad de México durante 2008-2009 es un texto fundamental.

Como epílogo los autores expresan “Cuando la ciudadanía reduzca el consumo de lo superfluo, reutilice y separe sus residuos en orgánicos e inorgánicos, los barrenderos, choferes y ayudantes mantengan la separación, la Secretaría de Obras y Servicios cumpla sus funciones en las estaciones de transferencia preservando la separación y envíe los orgánicos a tratamiento biológico y los inorgánicos sean recuperados, vendidos para su reciclaje o tratados con procedimientos térmicos (…) y la Secretaría del Medio Ambiente aplique puntualmente la Ley de Residuos Sólidos y su Reglamento, solamente entonces la Ciudad de México habrá ganado”.