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Número 189
Mayo 24, 2010
PRÁCTICAS AUTORITARIAS DEL PODER PÚBLICO ALCANZAN MAYOR VISIBILIDAD EN REGIONES CON MAYOR DESIGUALDAD, SOSTIENE EGRESADO DE LA UAM
*Presentan el libro Los nudos del régimen autoritario. Ajustes y continuidades de dominación de dos ciudades de Oaxaca
El régimen político mexicano se encuentra enquistado en prácticas autoritarias del poder público que alcanzan mayor visibilidad en regiones y localidades con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza, como el caso de Oaxaca, señaló el doctor Eduardo Bautista Martínez, egresado del programa de Posgrado en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
En la presentación de su libro Los nudos del régimen autoritario. Ajustes y continuidades de dominación de dos ciudades de Oaxaca, el autor expresó que el quehacer político adquiere sentido cuando se observan con mayor profundidad temporal las etapas de sedimentación, conformación, descomposición y ajustes del régimen que los determina y que a su vez adquiere matices particulares en las formas locales de dominación.

El egresado de la Unidad Xochimilco precisó que Oaxaca mantiene un aparato encabezado por el poder personal centralizado, con una estructura vertical en la que el Ejecutivo subsume a los poderes legislativo y judicial, además de que se practican los controles corporativos sobre las instituciones, los sindicatos y las organizaciones.
 
Podría afirmarse que ninguna organización había quedado fuera del control del Ejecutivo en turno en Oaxaca, donde el partido único se encuentra ensamblado al aparato estatal en un “amarre” que ha permitido a sus detentadores posicionarse en una tendencia de continuidades férreas, dijo el investigador.
 
Al mencionar los dos ejemplos locales elegidos para su análisis, puntualizó que la capital de Oaxaca muestra procesos casi ininterrumpidos en las relaciones de dominación, asociadas a su condición de capital del estado, sede de los poderes formales y asiento de elites económicas y políticas.
 
En el caso de Juchitán, el investigador identifica ciclos temporales de resistencia y ajustes lentos de cooptación de la protesta colectiva y de conformación de oposiciones políticas formales que al institucionalizarse reproducen prácticas autoritarias –se alude aquí a la institucionalización del movimiento coceísta, de la Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI) como gobierno local.
 
El último capítulo del libro analiza el conflicto entre la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y el gobierno de esa entidad, un apartado de relevancia si se considera que el conflicto político desestabilizó la forma de dominio, la cual se analiza en los cuatro capítulos.
 
Bautista Martínez, profesor del Instituto de Investigaciones Sociológicas en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, recordó que el movimiento social generado por la APPO puso en crisis al régimen y mostró el desgaste de la cooptación y la corrupción, además de que abrió espacios públicos a expresiones de rechazo ante agravios anteriormente tolerados, generando un replanteamiento de viejas reivindicaciones colectivas.
 
Sin embargo, el estudio de la experiencia oaxaqueña muestra que el autoritarismo mexicano no es asunto del pasado, continúa “lanzado hacia delante”; las rancias prácticas consuetudinarias, clientelares y antidemocráticas que todos los partidos ya han adoptado, amenazan con subsistir y determinar el futuro de la política estatal, lamentó el profesor.
 
Advirtió además que el poder gubernamental no se ha limitado al uso de las relaciones corporativas y clientelares para mantener el orden social, sino que ha recurrido a nuevas formas de sustentar la “autoridad”, basadas en el temor, el uso cotidiano de la represión y el despliegue de prácticas de contrainsurgencia, tal es el caso reciente del ataque de paramilitares a una caravana humanitaria que se dirigía al pueblo triqui de San Juan Copala.
 
El doctor Arturo Anguiano Orozco, investigador del Departamento de Relaciones Sociales, comentó  que el capítulo dedicado al proceso fundamental e histórico del movimiento oaxaqueño más reciente es un gran acierto, porque en él se condensaron y expresaron en forma clara las contradicciones y las características de dominación autoritaria más “perversas” del régimen político mexicano.
 
El profesor consideró como una novedad en la obra de Bautista Martínez el dilucidar cómo se manifiesta el régimen central nacional en lo local y regional.